¡NI DE NIÑOS, NI DE NIÑAS!
EL JUEGO NO TIENE GÉNERO
Desde pequeñitos debemos educar a nuestros hijos e hijas, a nuestros alumnos y
alumnas en igualdad, poniéndoles en sus manos juegos y juguetes sin distinción de
sexo, sin plantearnos si son de chicos o de chicas.
Nuestro principal objetivo debe ser que los niños y niñas crezcan capaces y seguros de
sí mismos y que comprendan que pueden realizar y llegar a ser lo que se propongan.
El juego simbólico es uno de los principales recursos en el camino hacia esa igualdad
ya que desde pequeños imitan las actividades y roles que ellos y ellas observan a su
alrededor, en el mundo de los adultos.
Mediante el juego cocinan, limpian, conducen, cuidan bebés, desempeñan roles y
profesiones … que les permiten “ensayar” situaciones a las que después se van a
enfrentar en la vida real, facilitándoles que crezcan libres, capaces y felices.